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"Para poder cuidar a sus seres queridos, primero debe cuidarse a sí mismo. Es como el consejo que nos dan en los aviones: póngase la máscara de oxígeno antes de intentar ayudar a otra persona con la suya. Cuidarse a uno mismo es un buen objetivo por sí solo y además es una forma de apoyar a nuestros seres queridos".
Este consejo de la National Alliance on Mental Illness constituye la base del cuidado personal. Hay veces que estamos tan enfocados en cuidar a los demás o en las intensas rutinas de nuestras vidas cotidianas que ni siquiera nos damos cuenta de que nos estamos poniendo en último lugar.
Estos consejos pueden ayudarle a enfocarse en el cuidado personal.
Preste atención a las señales de estrés: es posible que sienta que el estrés brota de su interior y que lo hace sentir triste, enojado o ansioso. Sin embargo, el estrés y otros problemas de salud mental, como la ansiedad, también pueden afectarle físicamente. Los dolores de cabeza, la tensión muscular, el malestar estomacal y los problemas para dormir pueden ser señales de estrés.
Tómese un descanso: si comienza a sentir los efectos del estrés o la presión, desconéctese. Deje de hacer lo que está haciendo, salga al aire libre, beba un vaso de agua, cuente hasta 10 o practique un poco de respiración profunda. A veces, todo lo que necesita es cambiar rápidamente de aires o dedicarse un momento a sí mismo.
Dedique tiempo a sí mismo:es posible que al jubilarse esté más ocupado que nunca. Dedicarse un tiempo a sí mismo puede ser de gran ayuda. Salga a pasear, duerma una siesta o tome un baño. Incluso unos minutos de privacidad y tranquilidad pueden ser suficientes para que el cerebro y el cuerpo descansen.
Continúe con su vida social:estar ocupado o aislarse de los demás puede condicionar el tiempo que pasa con los amigos. Sin embargo, esas relaciones sociales son muy significativas. Incluso las reuniones breves, las llamadas telefónicas programadas y las llamadas a través de Zoom o Facetime pueden favorecer los vínculos.
Dedique tiempo a las cosas que le gustan: incluso una vez jubilado, puede ser difícil encontrar tiempo para hacer las cosas que le gustan. Este es un buen momento para disfrutar de sus pasatiempos favoritos o explorar otras actividades que le ayuden a mejorar su estado de ánimo.
Duerma: ¿retrasa la hora de acostarse? No dormir lo suficiente puede empeorar los problemas de salud mental.
Practique algunos ejercicios: el ejercicio no es solo beneficioso para el cuerpo. Se ha demostrado que también es beneficioso para la salud mental. Salga a pasear con el perro, baile en la sala de estar o juegue al tenis con un amigo. La liberación de endorfinas puede mejorar su estado de ánimo.
Relájese: el yoga es otra forma de hacer ejercicio que favorece la salud mental.
Coma bien: son cada vez más las investigaciones que demuestran una conexión entre la comida que ingiere y el funcionamiento de su cerebro. Enfocarse en comer proteínas magras, granos integrales y frutas y verduras frescas puede ayudar a mantener el cuerpo saludable y, al mismo tiempo, mantener el estado de ánimo más estable.
Pida ayuda cuando la necesite: pedir ayuda no siempre es fácil. Ahora bien, ignorar los problemas de salud mental no hará que desaparezcan. En muchos casos, solo empeorarán y se volverán más peligrosos.
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